



Cada vez son más las empresas que apuestan por la flexibilidad y ofrecen la posibilidad de trabajar desde casa. Sin embargo, sigue habiendo bastantes compañías reticentes a ello porque consideran que puede afectar a la productividad de los profesionales. Hoy recomendamos este artículo del Harvard Business Review en el que se dan algunos consejos para ser más persuasivo a la hora de abordar este tema.
SÉ HONESTO
Antes de reunirte con tu superior para pedirle que te deje trabajar desde casa valora por qué quieres hacerlo y sé sincero contigo mismo. Si realmente tienes claro lo que quieres lograr con este cambio y eres capaz de justificarlo será más fácil que tu jefe empatice contigo y acabe cediendo.
PREPARA UNA PROPUESTA
Céntrate en los puntos que pueden inquietar más a tu equipo: tu presencia en reuniones y la comunicación. Elabora un plan en el que indiques tu disponibilidad para atender llamadas y responder correos electrónicos. Deja también claro que tienes en cuenta todas las reuniones marcadas en el calendario y que te desplazarás cada vez que haya una.
EMPIEZA CON UN PERIODO DE PRUEBA
Plantea la opción de probarlo durante unos meses para ver si funciona. Si tu equipo y tú veis que tu rendimiento es óptimo, vuelve a hablar con tu jefe para pedirle que te deje trabajar a distancia de forma indefinida.
MÁRCATE OBJETIVOS
Sugiérele a tu superior que te ayude a fijar metas a corto y medio plazo para que te resulte más fácil evaluar tu productividad. Reúnete con él cada dos semanas para valorar tu progreso y para que esté al día de todos tus pasos.
En definitiva, este artículo sugiere que, aunque no siempre es fácil que te dejen trabajar desde casa, es mucho más sencillo lograrlo si se siguen estos consejos y se actúa con prudencia.