Las compañías que focalizan sus esfuerzos en crear ambientes laborales felices, sanos, motivadores y apreciativos consiguen mejores resultados. De hecho, algunas investigaciones demuestran el impacto que ejerce el ambiente laboral en la productividad y el engagement de los equipos.
Un buen ambiente laboral, además, puede marcar la diferencia entre un trabajo que nos ayude a sacar lo mejor de nosotros mismos u otro que derroche nuestro potencial. Por eso, hoy os recomendamos este artículo de la revista Forbes que repasa las claves para analizar en qué situación nos encontramos y cómo podemos mejorar nuestra situación laboral.
¿Tu trabajo te ayuda o derrocha tu potencial?
Tener las pausas suficientes, y aprovecharlas
Parece casi demasiado bonito para ser cierto, pero las últimas investigaciones también demuestran que las pausas regulares son cruciales para la productividad. Nuestro cerebro necesita un respiro entre las tareas más duras. De hecho, los empleados más productivos toman un descanso de 17 minutos cada 52 minutos de concentración. Si nos atrevemos a probar este patrón por un día, notaremos la diferencia. Incluso saltar a una tarea más sencilla de vez en cuando, nos ayudará a desconectar.
Trabajar por nuestro bienestar tanto físico como mental
El artículo de Forbes asegura que el bienestar holístico es mucho más que una dieta sana y algo de ejercicio. Desgraciadamente, los programas de bienestar de las compañías suelen centrarse sólo en el ámbito físico. Por eso, si tu empresa tiene una visión orientada al confort en áreas más personales, estás de suerte. Aprovéchalo.
Hacer amigos en el trabajo
Las actividades de teambuilding que organizan muchas empresas sólo valen la pena si dan paso a amistades verdaderas. Una reciente encuesta de Gallup revela que los empleados con un amigo en el trabajo son cinco veces más propensos a sentirse fuertemente conectados con su empresa. Además, en estos casos, están hasta un 50% más satisfechos con su trabajo. Por eso, si aún no tenemos ningún amigo en el trabajo, es el momento de proponer a algún compañero salir a tomar un café.
Trabajar en un espacio sin vistas al exterior
No todos los escritorios pueden situarse junto a una ventana grande y luminosa. No obstante, si estamos constantemente expuestos a la severa mirada de la iluminación artificial de la oficina, nuestra creatividad y compromiso pueden estar comprometidos. La buena noticia es que hay una manera sencilla de mitigar los efectos negativos de la ubicación de nuestro lugar de trabajo: levantarnos y salir a caminar una vez al día. Si esto no es posible, otra opción es colocar una imagen de la naturaleza en nuestro cubículo. Un calendario o una foto bonita marcarán un cambio en la decoración y ayudarán a mejorar nuestro estado de ánimo.
Estar sentado todo el día
Sin duda, hemos oído esto muchas veces antes. Sin embargo, según el artículo de Forbes, vale la pena interiorizar el mensaje. Estar sentado es la amenaza de salud más subestimada en la actualidad. Salir de nuestro asiento y pasear cinco minutos u organizar reuniones de pie mejorará nuestra salud, estado de ánimo y energía.
No se reconocen nuestros logros
¿Quién no ha propuesto en alguna ocasión alguna idea o solución innovadora que finalmente ha pasado desapercibida? o ¿quién no se ha quedado toda la tarde en la oficina para ayudar a un compañero sin recibir un simple gracias? Si nuestro esfuerzo no es valorado en una o dos ocasiones, podemos pasarlo por alto. Sin embargo, si la falta de reconocimiento se convierte en algo habitual puede minar nuestra motivación. Los empleados cuyos éxitos son merecidamente reconocidos son más productivos, leales y están más satisfechos con su trabajo. Si nadie reconoce nuestro trabajo estamos sufriendo, incluso si no somos conscientes. Una buena opción para solucionar esta problemática es aprender la manera de iniciar una cultura de aprecio en nuestro equipo. Marcará la diferencia.
En definitiva, plantearnos de manera honesta si nuestro trabajo nos ayuda o, por el contrario, mina nuestra creatividad es un ejercicio saludable para mejorar nuestro bienestar personal y profesional. ¿A qué esperas para ponerlo en práctica?